Just One Wish

Janette Rallison - Putnam Children

Annika Truman de diecisiete años de edad conoce del poder del pensamiento positivo. Con un hermano pequeño que tiene cáncer, eso es todo de lo que siempre ha oído. 

Pero el plan de Annika para convencer a Jeremy de que un genio mágico le concederá cualquier deseo le lanza un bola curva cuando él, inesperadamente, desea que su ídolo de televisión lo visite. Annika se encuentra repentinamente en la desesperante situación de obtener acceso a un actor estrella muy fornido y convencerlo de que vaya a casa con ella. ¿Pan comido, verdad?

Just One Wish es una historia taaaaan bonita y taaaaaaan dulce. Aunque solo tengas un átomo de sensibilidad en tu cuerpo, te emocionará como el que más. Con una trama sencilla desarrollada en poco tiempo, logras enamorarte de los personajes y adentrarte de lleno en ella.

Annika cree en el poder del pensamiento positivo o la ley de atracción bajo el principio de: "el pensamiento positivo atrae cosas positivas", por lo que no hay mejor momento para aplicar esta regla a lo que la tiene más preocupada: su hermano menor Jeremy quien será sometido a una operación por un tumor cancerígeno que está alojado en su cerebro.

La historia en sí es conmovedora porque tienes a una chica de diecisiete dispuesta a hacer todo por mantener a su familia y a su hermano menos con esperanzas.

Al principio me molestó darme cuenta de cuántas personas son, en el fondo, egoístas. Ahora lo tomo con calma, pero la soledad de la gente todavía me llega.

Cabe resaltar a Steve, que a parte de ser un amor, está buenorro que te cagas.El chico que toda chica desea, en definitiva.

 Y Jeremy con tan sólo seis añitos te roba el corazón con sus palabras.

Además, tiene todo lo que se puede pedir: Romance, humor, una pizca de aventura... La mezcla perfecta para pasar una tarde perfecta.

El final es agridulce, y el protagonista de él es Jeremy, sus palabras hacia su hermana mayor y cómo logró deshacerla con sus deseos me deshizo a mí también, porque a pesar de ser un libro en que abunda la inocencia infantil de Jeremy, la fuerza de Annika, la trizteza y las risas; termina con un toque de espiritualidad que da un balance y la sensación de que en algún momento todo estará bien.

—¡No puedo creer que hayas hecho eso! ¿Estás loca?
Me aferré con más fuerza al volante. —¿Por qué me sigue preguntando eso la gente?
Él se volteó para mirarme, sus ojos preocupados. —¿Quién más te sigue preguntando eso? ¿Alguno de ellos es médico? 

La única pega que le pondría es que hay demasiado rollo espiritual, y digo esto ya que si no eres creyente no te cuadran las cosas.

Pasando esto por alto, he de decir que es altamente recomendable.